Componer música
- Kelaía
- 24 jun 2015
- 4 Min. de lectura
Una de las preguntas más frecuentes que escuchamos cuando hablamos con los hermanos en nuestras congregaciones es que cómo le hacemos para componer tan bonito o qué sentimos al escuchar que se cantan nuestras composiciones.
La realidad es que el componer música es algo más sencillo de lo que uno cree. Y no lo digo porque de verdad sea algo que sale y ya, pero no hay tanto misterio en ello.

Si bien hace muchos años se consideraba en nuestra iglesia el componer como algo que sólo los "iluminados por Dios" podían hacer, en los últimos años hemos descubierto que no es así, al menos no en el sentido de ser personas super especiales que son intocables y super santos. Hemos aprendido que Dios da a quien quiere dar y un corazón dispuesto puede bien ser usado por Dios como a Él le plazca.
APRENDER LA MÚSICA COMO DISCIPLINA
Algo que yo siempre como ministro recomiendo es que nos metamos a nestro ministerio como lo que es: un trabajo. Cuando uno quiere trabajar en algo no va sin saber a lo que se está enfrentando, se capacita y si no estás capacitado la empresa donde pides trabajo te pide que lo hagas, si no quieres capacitarte simplemente no te dan el trabajo. Entonces ¿Por qué en nuestros ministerios no tenemos la costumbre de capacitarnos? Y aquí no quiero desviarme del tema, posteriormente hablaremos de los ministerios y los dones, pero es verdad que muchas veces el trabajo para Dios lo desmeritamos por no ser algo redituable económicamente hablando.
Sin embargo, yo recomiendo que si uno quiere componer alabanzas, que lo primero que haga sea capacitarse musicalmente, no quiero decir tampoco que ya sabiendo qué es la música uno automáticamente sabe componer o que si uno toma un curso le van a enseñar cómo componer, pero no se trata de eso, se trata de conocer qué está haciendo uno, de qué se trata la materia que uno está desarrollando, es lo técnico lo que se tiene que desarrollar, para que lo espiritual pueda moverse con mayor facilidad.
Es decir, que si uno conoce la música en su aspecto técnico, el componer himnos y canciones espirituales será más fácil, porque ya no se tiene que estar concentrando en si las cosas están bien hechas o no, sino en dejar que la inspiración del Espíritu nos guíe.

¿CÓMO ENCUENTRO INSPIRACIÓN?
Si ya eres un hijo de Dios y por consiguiente nueva criatura, entonces no será difícil encontrar inspiración. La gracia de Dios, su salvación, su sacrificio en la cruz, su creación y muchas más cosas que nuestro Jesucristo hace diariamente en todo momento son todas fuentes de inspiración.
Pero si aun así estamos perdidos en esto de componer, bueno una buena forma de inspirarse es leyendo la Palabra de Dios, así es, La Biblia tiene un repertorio enorme de ensalzamientos a Dios, los salmos son los más destacados sí, pero en realidad toda la Biblia habla primeramente de Jesucristo y luego de alabanza. Los cantos y canciones más famosos y llenos de la presencia del Espíritu Santo son inspirados en la palabra de Dios, sólo hay que recordar ese canto precioso que dice:
"Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso;
Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos.
¿Quién no te temerá, oh Señor, y engrandecerá tu nombre?
Porque tu sólo eres santo;
Por lo cual todas las naciones vendrán y adorarán delante de ti,
Porque tus juicios son manifestados"
Si en tu congregación se canta este estribillo, deberías saber que está inspirado en un cántico de los redimidos, que es el cántico del Cordero y se encuentra en Apocalipsis 15:3-4. Así que todos hemos tomado porciones de la Biblia para ponerles melodías y entregarlos a Dios como fruto de labios.
Otra forma de encontrar inspiración es orando, una vida de oración y comunión con Dios es suficiente para que el Espíritu dé inspiración todos los días, incluso hay cantos que son oraciones, aquellas oraciones manifestadas delante de Dios pero con una melodía. Asímismo puedes predicar con tu canto, si alguna vez has experimentado la necesidad de hablarle de Dios a las personas, pero no sabes muy bien cómo hacerlo, pues el canto es una forma y puedes predicar la salvación y la gracia de Dios por medio de tus composiciones e invitar a los que no conocen que se acerquen a Dios y que puedan tambien como tú alcanzar salvación.
Los testimonios son otra forma de inspiración, tal vez tú no hayas vivido un milagro impactante pero en la iglesia hay muchos que han sido curados de enfermedades mortales, que han sido levantados incluso de entre los muertos, acércate a esos hermanos y que por medio de su testimonio tú puedas alabar a Dios con un cántico.

HACERLO TODO COMO PARA DIOS
Muchas veces nuestra ambición de llegar a ser famosos con nuestras composiciones o de entrar en los círculos de los hermanos que componen o simplemente ser alabados por "tan bonitos cantos que compuso hermano", llegan a afectar ese lado espiritual que debe llevar un canto.
Si tu intención es ser compositor, compónle cantos a Dios, no a los hermanos, si alguien debe escucharte es el Señor Jesús, nadie más, mientras Él sea tu auditorio más importante, lo demás fluye. Si Dios quiere que seas famoso, lo serás, si Dios quiere que seas útil, lo serás, si Dios quiere entres en los círculos de hermanos que componen y arreglan, lo harás, pero debemos de tener en cuenta que lo primero es ganarnos el favor de Dios y eso sólo se logra con una vida humilde y en comunión con Él. Que sea el Espíritu Santo el que se manifieste no tu propio espíritu.
Nadie nace sabiéndolo todo, pero entre más sepamos que lo que tenemos es porque Dios así lo quiso y no porque seamos super imporatntes y buenos cristianos, será un paso más cercano a esa vida de humildad y santidad que a Dios le agrada. Nadie es perfecto pero si seguimos al que es Perfecto, sabremos cómo hacer las cosas bien.
Y antes de hacer algo, pregúntate: ¿Qué haría Jesús en este caso?
Que la gracia y la paz de nuestro Señor y Salvador Jesucristo sea con todos ustedes.
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